Eva, jolvidaste llevarte el dinero!” David mandó a la criada que le llevara el dinero.
Eva giró la cabeza con una sonrisa irónica y por primera vez soltó una palabrota, “¡A la familia Zesati no le hace falta esa miserial ¡Quédense con el dinero para su ataúd!”
David se echó a reír a carcajadas y aplaudió diciendo: “Eso sí que es tener carácter! ¡Carácter! Hoy por fin he visto lo que es estar tan pobre que solo te queda el orgullo.”
Si la familia Zesati hubiese bajado un poco la cabeza, mostrándose un poco más humildes, tal vez cuando estuvieran en la calle sin techo ni hogar, él podría haberles ofrecido algo por caridad.
¡Pero ahora vela que no habia ninguna necesidad!
¡Unos desagradecidos!
Desde ahora, el destino de la familia Zesati, estuvieran muertos o vivos, no le importaba en lo más minimo.
Eva ayudó a la abuela Zesati a salir de la casa..
Frente a la puerta estaba estacionada una furgoneta comercial discreta, sin siquiera una placa de matricula.
Al verlas volver, el conductor se apresuró a bajar del vehiculo y abrió la puerta diciendo, “Señora, señora
mayor.
En el rostro de Eva no se mostraba ninguna emoción, simplemente dijo: “Volvamos a la mansión y avisale al señor Lozano que ya no necesitamos que veng
“El señor Lozano ya casi llega,” informó el asistente desde el asiento del copiloto.
Para este reencuentro familiar, la familia Zesati habia preparado muchos regalos, que el mayordomo señor Lozano había traido directamente desde Ciudad Real.
Calculando los dias, justo hoy deberían llegar.
“Diles que se devuelvan por donde vinieron.”
El asistente se quedó perplejo durante un momento, “De acuerdo.”
La abuela Zesati y Eva se sentaron en la parte trasera del coche en silencio, y la tensión en el aire bajo al minimo.
No fue hasta que llegaron a la hacienda y Eva ayudó a la abuela Zesati a entrar en la casa que explotó de furia, “¡Esto es demasiado! ¡Realmente demasiado! Nunca me imaginé que David seria un hombre tan despreciable y arrogante.”
La abuela Zesati le dio unas palmaditas en la mano a Eva y le dijo: “Ya, ya, ino te enojes más! ¿Qué tipo de chica no podria casarse con nuestro Sebastián? Esa mocosa Yolanda, ¿como podria aspirar a nuestra familia Zesati o ser digna de nuestro Sebastian? No hay mal que por bien no venga, Al menos esta situación nos ha mostrado su verdadera cara.”
Yolanda podria ser bonita, pero comparada con las verdaderas damas de alta sociedad de Ciudad Real,
no tenia comparación!
¡Cuántas estarian dispuestas a hacer cualquier cosa por casarse con Sebastián, y ahí estaba Yolanda, que no sabia lo que tenia en frente!
Eva lamento no haber reaccionado mejor, “Mama, ¡debi haberle tirado ese dinero en la cara a David para que le floreciera el cerebro!
Como la matriarca de una familia influyente, Eva estaba acostumbrada a ser adulada por todos.
¡No estaba acostumbrada a este tipo de trato!
Pero estaba tan furiosa que ni siquiera había pensado en ello.
**No vale la pena discutir con ese tipo de gente! ¡No te enfades más!” le consoló la abuela Zesati con una sonrisa, “Hoy no reconocieron un diamante en bruto, ya tendrán tiempo para arrepentirse.”
“Si, tienes razón.”
Eva asintió, y al pensar en eso, se le pasó un poco el enojo.
Con eso, Eva continuó, “Ahora que este compromiso se ha roto, mamá, ¿deberíamos volver a Ciudad Real?
Habían venido por ese compromiso matrimonial.
Ahora que todo había terminado.
No tenía sentido quedarse más tiempo en ese lugar.
“No, no podemos volver.” La abuela Zesati negó con la cabeza. “Capital Nube es un lugar increible, lleno de talento, seguro que hay un montón de chicas estupendas. Aqui voy a encontrarle a Sebastián una esposa hermosa, y luego nos regresaremos a Ciudad Real con todo el orgullo. De paso, vamos a
mostrarle a la familia Muñoz que nuestra nuera de los Zesati es cien veces, mil veces, ¡diez mil veces mejor que esa Yolanda que tienen como hija!”